Será verdad, que si uno en verdad se siente muy triste y no llora se va amargando por dentro?
Qué sucede con los que lloran mucho y parecen flores sensibles que no pueden sobrevivir.
Cualquiera de éstas preguntas termina en lo básico de "nada es bueno en los extremos", pero somos humanos hechos para probar límites, y hemos creado infinidad de extremos, bombas atómicas, e inodoros hechos para dos personas que comparten hasta lo más íntimo, creamos el rock, y mierda que algunos hicieron el reggaeton, resulta que existen blancos, amarillos, rosados, negros, morenos, y ahora toda clase de variedad, incluyendo la "si no le guste su color, cámbielo". Y yo tengo miedo, miedo de empujar tanto el límite, que me pierda. Si estoy de buen humor, y las cosas parecen no ir mal, resulta que creo que las cosas funcionarán, que en realidad todo va a ir bien, que las esperanzas están xq de tanto esperar y ponerle tantos huevos, va a salir bien; y luego están éstos días, que soy un fantasma, no tengo ánimo, y creo q pierdo mi tiempo, xq yo mejor que nadie sé q nada va a funcionar. Pero ya no lloro, definitivamente, me he vuelto menos sensible, puse una pared fría que si bien me golpea y causa dolor, es algo que yo sé que pasa, y que pasará. No hay más elemento sorpresa de las cosas de la vida, xq sé q lo que viene, en general es lo peor, y aún así, sigue la esperanza-
No quiero retirarme del partido, planeo intentar meter un gol hasta en los minutos extra, al menos un gol de honor, en la goleada del primer tiempo, pero si el otro equipo ya se retiró, no quiere jugar con divisiones menores?
Odio los días así...