Entonces iba mas o menos así, era una pareja, discutía, ella, sobre él, con alguien más. Y si algo es seguro, lo seguro es q ella lo quería, no con ese sano amor de "yo quiero q sea feliz" tampoco con el amor asesino de "si no es mío, no será de nadie" sino con una nueva clase de amor, para mí. Un amor "no importa qué, mientras esté conmigo". Increíble, hay cosas como eso de que el amor necesita respeto, ese pensamiento acabo para mí, y entré a una nueva etapa, convencida, hasta ahora incluso, de que el respeto por uno mismo, se acaba cuando inicia el amor, ni mencionemos el respeto por otros, como agua y aceite, el amor y el respeto no van de la mano. (No estoy hablando de ése amor de parejas rosadas, "no amor cuelga tú primero, no cuelga tú....") Sino éste nuevo híbrido de amor y necesidad.
Ella quería estar con él, no existía otra opción, por lo que pude entender, él no era de las personas que tienen sentimentos, no sentimientos de los q duran o se demuestran por varias estaciones del año. Ella lo conocía perfectamente, cuando él hablaba, ella lo escuchaba, cual grabadora de periodista y almacenaba, consciente o inconscientemente lo que él decía; en definitiva, ella lo sabía todo de él, sus cambios de humor, sus gestos, lo q sus detalles significaban, y lo conocía, cuál historial médico, sabía detalles de él, dignos de ser llamados, "cosas q no quiero q sepan de mí" pero ella lo sabía, no los compartía con el resto, y no se los decía a él, pero los sabía, como aquel q guarda las monedas de un tesoro maldito, las tiene, pero no puede hacer nada con ellas, en pocas palabras información inútil, pero completa, inúltimente completa de éste individuo que ella amaba.
Amaba! que palabra horrible, pero bueno. Ella salía (y por salía me refieron a nunca salieron, "all in sessions" sus palabras textuales) ya por un par de años con éste chico, tenían millones de peleas, no estaban de acuerdo en mucho, y más importante q eso, su relación empezo con el fin y fue progresando hasta su comienzo (tipo la historia de Benjamin Button). Todo inició por casualidades de la vida, o por un castigo kármico, llegó a él, se conocieron, se verdaderamente CONOCIERON, y se siguieron conociendo todo ése año, claro, que quede claro, que resulta que ella siempre fue la enamorada, la q lo buscaba, y llamaba al parecer poco discretamente su atención, pero de ninguna manera, tipo "ups, olvidé vestirme" o "tengo frío y no traigo sujetador". Una manera un poco más acorde con su personalidad, era bastante novata para lo que le tocó, o a lo que llegó, mejor expresado.
Mientras yo fingía leer, escuchando a todo detalle, como aquella mujer expresaba su rabia, su frustración, y toda esa bola de sentimientos que se cruzaban y mezclaban en ella, pensaba un poco en todas las relaciones que he visto, y de las q he sido parte, una risa de medio lado vino a mi cara, nada y nada cercano se parece a la intensidad de pasión q en sus ojos veía, al contar los altibajos de la montaña rusa de relación, nada al menos para mí.
Ciertamente era una situación única, bastante difícil de imaginar, pero sucedía; así que continúo. Ya que desde mi asiento podía ver que ésta mujer, no era una belleza deslumbrante, pero iba bastante bien, y entre tantas insinuaciones, llego a quedarse con éste chico, al menos una vez por día, y así entre pelea y pelea pasaron meses, e incluso años, y la única vez que tal vez se daban las circustancias para que aquella loca pareja termine junta, y sintiendo algo más que piel, hubo una pelea y ella la cagó, borracha al parecer, no dió muchos detalles, escucho como se quiebra su voz, mientras no ahonda en ése tema, y pasa al siguiente, el segundo año, dónde fue muy difícil verlo, dónde por situaciones, compañeros y obvios resentimientos, se veían una vez por semana, a veces 1 día, a veces 2, incluso a veces 3, noto que ella se emociona al explicar lo difícil que fue mantenerse con él, lo complicado de hacer de hombre mujer y mascota en esa relación, ahora ella sabe que la escucho, no puedo evitar verla, sus expresiones, y reir por la manera en como le resultaban las cosas, definitivamente no bien, pero no 100% mal.
Ésta es la parte que no me puedo creer, xq ya sé q es posible irse al infierno por creer o sentir algo, ya sé q uno puedo sentirse loco y empujar los límites hasta romperlos y crear nuevos, o simplemente irse al carajo y no tener límites, sé que uno inventa un dolor que aparentemente sólo la muerte puede hacer acabar, pero también sé q uns egundo de pensar hacer que no sientas dolor sino solo el sentir tenerlo, pero ella, aquella mujer que yo ahora miraba y admiraba, acaba de condenar mi pensamiento cuando menciono, que había maneras de controlar a la bestia, a su bestia. Resulta que el señor que ella amaba, no, no estaba casado, no, no tenía hijos, más bien todo lo contrario, ella siendo poco, era más que él, y siendo mucho para otros, admiraba al que menos tenía, a él, y ella siendo la conocedora principal de sus vicios, se llevaba como uno de ellos, con uno de ellos para asegurar su cercanía, si señores, ella mataba lentamente por amor, y no, no le importaba compartirlo, claro, no le importaba nada, lo mataba, llenándolo de veneno, haciéndose parte de su adicción, haciéndolo a él más adicto, manteniéndose adicta ella a él. Y muriéndo los dos. No me lo puedo creer, un punto más para cupido.